Páginas

miércoles, 16 de diciembre de 2015

¿Qué sabemos acerca de nuestro cuerpo?

¿Qué hay debajo de nuestra piel? Éste es el punto de partida para empezar a investigar. En un folio en blanco dibujamos lo que percibimos o sabemos que tenemos en el interior de nuestro cuerpo. Al terminar, compartimos con los otros nuestro dibujo. Al mostrarlo y exponerlo completamos lo que desconocíamos, nos acordamos de algún órgano que no recordábamos y tomamos consciencia de dónde se sitúa o creemos que está.  Con estos conocimientos previos investigamos y experimentamos más acerca de esta gran maquinaria que es nuestro cuerpo y su funcionamiento. 



A medida que vamos avanzando nos preguntamos:  ¿cuál es nuestra capacidad pulmonar?, ¿cómo es de largo nuestro intestino?, ¿qué tipo de sabor detecta el lado derecho de la lengua? Para dar respuesta a éstas preguntas nos ayudamos de un par de experimentos:

1. Con ayuda de un bidón de 5 litros, agua y un tubo de plástico calculamos los litros de aire que pueden albergar nuestros pulmones. Comprobamos que aproximadamente nos caben unos 4 litros de aire.
Cantidad de aire en los pulmones

 2. Con un poco de chocolate negro, sal, azúcar y limón intentamos adivinar en qué lugar de la lengua percibimos un determinado sabor: amargo, salado, dulce y ácido. Detectamos que nos es difícil concretar el lugar exacto de dónde proviene. Los que nos son más fáciles de detectar son el amargo y el ácido.


Los sabores en nuestra lengua
Después consultamos un libro de anatomía, alguna ilustración e incluso alguna radiografía de algún familiar para comparar lo que sabíamos, lo que hemos descubierto y lo que nos cuentan los libros especializados.



No hay comentarios:

Publicar un comentario