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domingo, 27 de mayo de 2018

La importancia de las palabras



"Si tiramos una piedra, un guijarro, en un estanque, produciremos una serie de ondas concéntricas en su superficie que, alargándose, irán afectando los diferentes obstáculos que se encuentren a su paso: una hierba que flota, un barquito de papel, la boya del sedal de un pescador... Objetos que existían, cada uno por su lado, que estaban tranquilos y aislados, pero que ahora se ven unidos por un efecto de oscilación que afecta a todos ellos. Un efecto que, de alguna manera, los ha puesto en contacto, los ha emparentado. Otros movimientos invisibles se propagan hacia la profundidad, en todas direcciones, mientras que el canto o guijarro continúa descendiendo, apartando algas, asustando peces, siempre causando nuevas agitaciones moleculares. Cuando finalmente toca fondo, remueve el limo, golpea objetos caídos anteriormente y que reposaban olvidados, altera la arenilla tapando alguno de esos objetos y descubriendo otro. Innumerables eventos o microeventos se suceden en un brevísimo espacio de tiempo. Incluso si tuviéramos suficiente voluntad y tiempo, es posible que no fuéramos capaces de registrarlos todos. De forma no muy diferente, una palabra dicha impensadamente, lanzada en la mente de quien nos escucha, produce ondas de superficie y de profundidad, provoca una serie infinita de reacciones en cadena, involucrando en su caída sonidos e imágenes, analogías y recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente, y que se complica por el hecho que la misma mente no asiste impasiva a la representación. Por el contrario interviene continuamente, para aceptar o rechazar, emparejar o censurar, construir o destruir. "

Fragmento extraído del libro Gramática de la fantasía de Gianni Rodari .

domingo, 6 de mayo de 2018

¿Hacemos volar varias cometas?


Hacer volar una cometa no es una tarea fácil. Depende de múltiples variables, no solamente de la dirección y de la velocidad del viento. También de su forma, de los materiales y de la destreza del que lo maneja. Si una de ellas falla puede que nuestra intención de "hacer volar" se quede en un mero intento. 



Con los niños/as podemos establecer distintas hipótesis sobre como diseñar la cometa. Algunos deciden hacerla en forma de rombo, otros en forma hexagonal. Algunos con cartulina y otros con papel mache. Unos le hacen cola, otros deciden que no. Cada uno hace su diseño. 
Es importante que sepan qué decisiones toman y el porqué de cada una de ellas. Por ejemplo, "la haré con cartulina porqué así el viento no la va a romper" o "la haré con papel maché porqué así va a ser más ligera y el viento la levantará con más facilidad". Es importante que les pidamos que justifiquen sus decisiones, ellos serán conscientes de porqué lo hacen y nosotros de la absoluta coherencia con sus experiencias o creencias previas. Después, cuando cada uno la prueba corroboran hipótesis contrastando con las observaciones de otras muchas "cometas". Sacan conclusiones.



Lo extraordinario del asunto es que "mañana" tendremos una nueva oportunidad para lograrlo. Retomando nuestras conclusiones y rediseñando la cometa. Esperaremos que el viento sea favorable y volveremos a intentarlo. Tenemos tantas oportunidades como días. Algunos días dependerá de nosotros y de nuestro diseño de la cometa, otros dependerá de algún factor externo.   

Sin embargo hay un factor que no es una variable. Es un estado, puede ser un echo. La diversión, el disfrute.

"Sin duda el intentarlo cada día puede ser muy divertido"