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martes, 7 de junio de 2016

La diversidad en las aulas, pura diversión

Cada vez más, en las escuelas públicas españolas hay una tendencia a abrirse una brecha cada vez más amplia entre los estudiantes de familias autóctonas y los de familias inmigrantes. Eso es un problema que está convirtiendo algunas escuelas en guetos que no reproducen la realidad de sus barrios en el que unos y otros conviven. 

¿Por qué esa diferencia? ¿De qué preconcepto partimos para que eso se perpetúe y se acreciente? ¿Qué es lo que no se está haciendo correctamente?: ¿la política educativa?, ¿la falta de recursos para incluir a los estudiantes recién llegados?, ¿que el nivel de las escuelas con un alto índice de niños/as inmigrantes tiene menos nivel académico o más conflictos?
Éstas son algunas de las preguntas que me planteo para encontrar una respuesta a este fenómeno que no responde a la inclusión que tanto queremos alcanzar.


Palabras en turco, catalán y chino escritas por niños/as de 5 años de distintas nacionalidades.


En Finlandia, la gran mayoría de familias opina que la mejor escuela para sus hijos/as es la más cercana a sus casas. No se plantean cual va a ser mejor porqué tienen la certeza de que todas las escuelas públicas, que son la gran mayoría, ofrecen una calidad inmejorable. He aquí reside la diferencia.

El problema no recae en la inmigración sino en los guetos que se crean, tanto el de los niños/as de familias inmigrantes como el de los autóctonos. Son dos burbujas. Los niños/as de una y de otra no convivirán durante el horario escolar pero sí en la calle o a lo largo de su vida.  Al llegar a un país y entrar en una escuela en la que el 80% de mis compañeros/as son recién llegados o hijos de familias inmigrantes es una dificultad añadida a mi aprendizaje de unas costumbres, lengua, cultura del país de acogida que me permitirá desenvolverme de la manera más satisfactoria dentro de mi nuevo país. Hablo de niños/as pero incluyo a toda la unidad familiar también. De la misma manera, el estar en una escuela en la que todos los niños/as son autóctonos es otra dificultad: el desconocer otras creencias, otros valores, ver las cosas bajo un solo criterio cultural. El conocer de dónde viene el otro es fuente de conocimiento, de diversión y de placer y el conocer a dónde he llegado es fuente de estima, seguridad y complacer.


Hace unas semanas escuché una frase que me hizo reflexionar, es la siguiente: 

Cómo maestros no solo debemos saber gestionar los conflictos sino que también debemos estar atentos a qué aspectos de nuestra práctica educativa podemos modificar para no crear más conflictos

Igual que los profesionales de la educación nos planteamos algunas cuestiones acerca de cómo modificar mi forma de dirigirme a los estudiantes o cómo organizar el aula y el tiempo, la política educativa debería plantearse lo mismo: 

¿Cómo podemos organizar las escuelas públicas y sus estudiantes para no generar conflictos y favorecer la convivencia?

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