Una forma muy divertida de inventar historias y de sorprendernos con ellas es compartirlas. En este caso uno empieza con una frase y otro añade la siguiente y así hasta que todos los presentes hemos puesto nuestro grano de arena. Lo que tenemos que tener bien claro es que tenga un inicio, un nudo y un desenlace.
De la misma manera se puede hacer con la poesía, esta vez pero, tendremos que decir algunas palabras que rimen:
Y después, cada uno, inventará un verso del poema:
Aprovechando esta entrada me gustaría recomendar un libro en el que podéis encontrar decenas de propuestas para jugar y fantasear a través de historias. Viene de la mano de Gianni Rodari y se llama Gramática de la fantasía:
"Si tiramos una piedra, un guijarro, un «canto», en un estanque,
produciremos una serie de ondas concéntricas en su superficie que,
alargándose, irán afectando los diferentes obstáculos que se
encuentren a su paso: una hierba que flota, un barquito de papel, la
boya del sedal de un pescador... Objetos que existían, cada uno por
su lado, que estaban tranquilos y aislados, pero que ahora se ven
unidos por un efecto de oscilación que afecta a todos ellos. Un efecto
que, de alguna manera, los ha puesto en contacto, los ha
emparentado.
Otros movimientos invisibles se propagan hacia la profundidad, en
todas direcciones, mientras que el canto o guijarro continúa
descendiendo, apartando algas, asustando peces, siempre causando
nuevas agitaciones moleculares. Cuando finalmente toca fondo,
remueve el limo, golpea objetos caídos anteriormente y que
reposaban olvidados, altera la arenilla tapando alguno de esos
objetos y descubriendo otro. Innumerables eventos o microeventos
se suceden en un brevísimo espacio de tiempo. Incluso si tuviéramos
suficiente voluntad y tiempo, es posible que no fuéramos capaces de
registrarlos todos.
De forma no muy diferente, una palabra dicha impensadamente,
lanzada en la mente de quien nos escucha, produce ondas de
superficie y de profundidad, provoca una serie infinita de reacciones
en cadena, involucrando en su caída sonidos e imágenes, analogías y
recuerdos, significados y sueños, en un movimiento que afecta a la
experiencia y a la memoria, a la fantasía y al inconsciente, y que se
complica por el hecho que la misma mente no asiste impasiva a la
representación. Por el contrario interviene continuamente, para
aceptar o rechazar, emparejar o censurar, construir o destruir."